miércoles, 27 de agosto de 2008


Imprescindible, casi otoñal
no duele, y es hora de llorar las nuevas flores
De percibir el duelo, la muerte está próxima
y caerá lentamente la piel que ya fue el uniforme
de largos días

Cuando las horas cesen, y el viento se esconda
será preciso:


Florecer.

domingo, 24 de agosto de 2008

Septiembre(ciente)


Vestidos de verano como peripecias ortogonales.
Seda ardiente en las rodillas,
poros dibujando estrellas...


Capítulo uno: "El misterio"
El vestido flameante, y los pasos apresurados.
Un cansancio de elefante, un camino en círculos.
Escena: Ella se sienta. Ella respira. Ella piensa.
Pero no mira y no siente.
De fondo: reflejos fornicando, oscuridad hueca, el viento golpeando persianas de madera.


Capítulo dos: " El instante instantáneo"
Una cornisa de látex, una llave de septiembre
saliva encapsulada, dedos nadando en océanos de mimbre.
Escena: Él ingresa, ella quieta siente su aroma, que camina en narices,
en narinas.
Reiteración, de Escena, él sale y la nariz de ella lo persigue.
De fondo: un cartel de letras corrugadas.


Capítulo tres: "La córnea en el pulgar"
Ellos se miran, se presienten, se tocan.
Escena: Los dientes de ella, están sobre las uñas de él.
De fondo: humo de tabaco.


Capítulo cuatro: "La espera"
Cortándo tallos de abecedario griego,
incinerando hipocampos veloces.
Escena: Ella descansa sobre una cama de tules y rosas,
en ataúdes de cristal de azúcar.
De fondo: La pesimista imágen cinéfila del recuerdo.


Capítulo cinco: "Rozar"
Parlantes diluyéndose en leguas bilingües, ceniceros
estupefactos, esmaltes cromáticos.
Escena: Ellos dos, piel contra piel, respirándose, sin poderse ver.
De fondo: La oscuridad y el sabor más dulce.


Capítulo seis: "¿Tenemos un sueño en común?"
Cabezas dispersándose en el espacio del sueño remoto,
imágenes casi proyectadas, por venir, de un tiempo desconocido
Escena: Él le convida en un plato de porcelana, a ella, un trozo de su pensamiento,
ella lo prueba y le pide otra porción.
Cocina en su horno blanco tres pensamientos, y le convida a él diferentes porciones,
él le pide más, pero ella prefiere guardar en la alacena el resto de lo cocinado.
De fondo: Fusión.


Epílogo:
Se carcomen las uñas, uno a otro, sucesivamente,
creándo nuevos perfumes.


Final abierto:
o en construcción.




martes, 19 de agosto de 2008


Los colores tenían otra definición...
De ahí partimos, el ser humano, puede percibir sólo una pequeña gama de colores el ojo soporta solo ciertas líneas, y trasmite a nuestro cerebro la señal de la existencia de la imágen, y en consecuencia, los colores que posee esta, o al menos los que podemos ver. Pero talvez, puede ser otro caso, que coexistan otros seres y otra vida, y otros objeto, que no podemos captarlo, por el simple hecho de la mediocridad de nuestra visión... o de no ver lo que deberíamos ver... Una paradoja existencial?... Más que una situación, fue un acto en el que los párpados permanecían estupefactos. La gangrena de toda sutileza, instigaba la miniatura de una sensación, a abrir otra puerta.Cómo hacerlo, si ya al menos, había una abierta.Cómo desencadenar la circunstancia cuando la brecha se agiganta paralelamente con los sucesos que modelan la existencia. Cómo quedarse quieto de una buena vez, cómo dibujar heridas, cómo borrar cicatrices. Todos los interrogantes eran una gran enredadera, construyendo un laberinto de cuarzo. Todo se petrifica alguna vez y cuando esa vez llega. Sólo una acción, no por descarte ni por lógica: dejarse. Y ser… hundirse en la lejanía del conciente manipulador y del inconciente cinéfilo.

jueves, 14 de agosto de 2008



Un meteorito surcó el espacio. Hollis miró hacia abajo y vio que no tenía mano izquierda. La sangre brotaba a chorros. De repente, advirtió la falta de aire en su traje. El oxígeno que conservaba en los pulmones le permitió, sin embargo, hacer un nudo a la altura de su codo izquierdo, apretando la juntura y cerrando el escape. La rapidez del suceso no le dio tiempo a sorprenderse. Ninguna cosa podía sorprenderle en aquel momento. Ya cerrado el boquete, el aire volvió a llenar el traje en un instante. Y la sangre, que había brotado con tanta facilidad, quedó comprimida cuando Hollis apretó aún más el nudo, hasta convertirlo en un torniquete.
Todo esto había sucedido en medio de un terrible silencio por parte de
Hollis. Los otros hombres conversaban. Uno de ellos, Lespere, hablaba sin cesar de su mujer de Marte, de su mujer venusiana, de su mujer de Júpiter, de su dinero, sus buenos tiempos, sus borracheras, su afición al juego, su felicidad... Hablaba y hablaba, mientras todos caían. Lespere, feliz, recordaba el pasado mientras se precipitaba a la muerte.¡Todo era tan raro! Espacio, miles de kilómetros de espacio, y voces vibrando en su centro. Ningún hombre al alcance de la vista, sólo las ondas de radio se agitaban tratando de emocionar a otros hombres.




(
Fragmento de "Caleidoscopio" de Ray Bradbury)

miércoles, 6 de agosto de 2008

Just...


Como la luz que desengañó los cuervos del misterio
la esencia mística de los cuerpos en hipotálamos,
el implacable paso de picaporte, el hueso de un silencio,
Como el presente en bucles enmarañados,
y luciérnagas centelleantes en lapsos breves,
Como un río hecho barro y un hueco hecho eco
y una condena de pieles color magenta
y un símbolo de plástico en des-uso
Como descarrilando hilos de oro,
a un petrificado manto de la córnea...
Como a veces es el día, sólo una ilusión promiscua.

domingo, 3 de agosto de 2008


Una enervación, más agotada de lo que se esperaba, roía de una las neuronas,
Y en cada parche de piel pálida, un calvario de botones, con costuras de cobre.
El crepúsculo apacigua lo lejano, cantaba ferozmente el viajero
El sosiego de los presentes mastica cerebros...
Vectores en mil direcciones, y un punto que de fijo sólo lleva el nombre
Un caudal de hipocresías externas, y el estratocúmulo sangrando en nuestras cabezas
¿Cuánto lastima el filo de una palabra, si el que la sostiene se mantiene ajeno?
¿Cuál es el verbo palíndromo que dibujan los recreos?
Puertas sin cerraduras, todos podemos entrar a la quinta dimensión:
Un campo, sin magnetismo, con cargas opuestas por doquier.
¿Cuál es el efecto del verbo muerto, si el cantor permanece vivo aún?
Decapitemos al cielo, sin secuaces, y aún...
Sin presagios, coloreemos arboles frutales,
Sé que extralimitamos nuestros sentidos, pero
Alimentamos esto del mismo modo en que lo dejamos morir
Sepultando lo cierto, y salvando lo bello...
De esa forma, no te sepulto, y todavía: te salvo.





(pequeños poemas de amor, que no lo son)

viernes, 1 de agosto de 2008



Diseñamos la melancolía en pestañas de dos colores que son uno
Y a la vez ninguno: blanco y negro.
Entonces absorbí tenuemente la esencia tras tu esternón dorado.
La lluvia de noches que caían de una nube de alambre me dio oportunidades limitadas
de saborear el vidrio de tu perspectiva:
omnipresente.
Quiero una flor, te dije. (No la cortes, quiero que siga siendo flor).
Quiero un amor, pensé. (No lo tomes hasta que no marchite).
Quiero correr, grité. (No abras más puertas).
Quiero llorar, dolía. (No salgas del armario).
Quiero borrarte, afirmé. (No pintes tus dedos).
Quiero aprender mi nombre.
Se rompió el espejo, mientras se derrumbaban retinas sobre los pies húmedos.








(Y así y todo te tengo en la piel)