miércoles, 29 de abril de 2009

Y una última tragedia, para ridiculizar...


Me detengo en las letras, en las palabras ausentes, en la tierra de cementerios, en el éxodo,
Me detengo a exorcizar cada ceniza, cada lágrima de veneno sobre un suspiro tornasolado.
A discernir entre el suelo y la claraboya, entre la alcantarilla y las rejas cromadas,
a menoscabar los instantes entre cada paso que doy inversamente con los codos, y me hago parte de un trozo de tierra que suele ser un continente, y ahí reposando en las veredas del invierno, despierto.
Tengo paisajes helicoidales que retrato cuando soy polvo, cuando soy incendio muerto. Cuando penetro el anatema sobre mi ombligo.
Cuando digo que no, pensando que sí.


Decía:

Las uvas viejas de un amor en el placard...




y


digo:




Credulidad.

viernes, 3 de abril de 2009






















Caleidoscopía es la ciudad de los valientes,
de los sueños con huesos,
de los amaneceres púrpuras,

de decir que sí a lo que va más allá de los ojos,
En Caleidoscopía, no hay puertas, ni nombres,
ni conjeturas,
sólo una rotación, y la libertad es tiempo.
Dígame, qué ve?
Sí las rejas aparecen frente a sus ojos,
es porque se ha olvidado de soñar...