viernes, 15 de enero de 2010

Otro cuadro/ otra secuencia.


Hoy es oro galáxico, es suerte purpúrea. Hoy es día de inquietudes, de disturbios, de terremotos y maremotos, es casual y causal. Es consecutivo y constante.
Hoy desperté soñándome bajo la tibia tranquilidad de la marea, mientras me llevaba a un horizonte de ruinas y golondrinas. Sentía como se movía, como me llevaba, como el agua se depositaba en mis poros y dibujaba símbolos.
Y yo estaba dormida, en el sueño estaba dormida, mientras estaba dormida también en la realidad y unas ganas afloraban de mis extremidades de despertarme, pero si lo hacía me iba a ahogar... Y quizá el agua se moviera dentro de mi cuerpo y el horizonte de ruinas y golondrinas iba a terminar siendo yo.
Dejé que el agua me condujera hacia la arena y yo prometí no despertar, pero me estaba despertando, y el agua estaba en mis sábanas, sobre mi piel, se movía todo, y todo era nada, porque nada era real, era un sueño que no terminaba y una realidad que no comenzaba. Y sentí un barco rozarme las rodillas, mientras mis dedos se enredaban en algas, pero no había ni una sola voz que me llamara, ni un silencio que abrumara, era nada y todo, era un tiempo inverso, un espejo y una marea que tengo dentro mío en sueños.
Y no te vuelvo, no vuelvo, nome ahogo.
Hoy. Purpúreo y día de sal.