viernes, 5 de febrero de 2010

5 - 2 = 2 + 1

Hubo un recipiente de cristal,
en su interior, agua
contorneando a un tallo con espinas que crecía,
tocando la intemperie,
una flor que comenzaba a caer.
Era tarde, la noche se desvanecía por la ventana
y un hilo de luz se asomaba.
La flor comenzaba a caer.
Había viento que ingresaba, moviéndo las cortinas,
traía con sigo susurros.
Y la flor comenzaba a caer.
Los insectos se peleaban entre ellos
sus alas se quebraban,
pero la flor comenzaba a caer.
Un sonido lejano enmudecía al cuarto
que no estaba oscuro, sino tenue,
los vidrios de las ventanas se empañaban
y el viento cada vez entraba con más fuerza,
corriendo todo de su lugar,
cuando la flor comenzaba a caer,
y cayó.
Sumergida en el fondo entre burbujas,
sus espinas inversas quedaron hacia arriba,
comenzó a ahogarse por su caída, entonces pensó en comenzar a crecer
y con ello ser Flor, ser sólo una esfera del tiempo
cuando nada está quieto frente a ella,
imaginando comenzar a caer.

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