martes, 27 de abril de 2010

***
Tragarme las manos
sin anestesia,
genera hipnotismo.
Tragarme tus manos,
no me calma.
Hoy llego a un abismo,
en el preciso momento
en que
me vendo los pies
y me arrodillo a tus ojos.
***

miércoles, 21 de abril de 2010


El mundo de la nada tiene una tendencia al oscurismo.
Sincrónicamente, una serpiente se muerde la cola,
y el cuento está contándose elípticamente.
De repente un torbellino de nadas más pequeñas
incendian las paredes.
Toman revancha,
galopan salvajes,
en la hierba fresca.
Hubo un día en que supe que iba a mentir.
Tuve miedo, me cambié los ojos por oídos.
Te imploré que tu todo no me vaciara.
Vacilando estoy.
Es de noche y nada me deja sin respiración, sin espasmos,
sin tregua y con ganas de
Todo.

martes, 13 de abril de 2010

A quien sepulcro, tierra,
a quien ornamento, botones.
A quien diluvio, fuego,
a quien madera hierro
ergo
a quien edén, infierno.
A quien soldadura, encrucijada.
A quien cuchara, plato,
a quien sosiego, ansío.
A quien lunes, viernes.
A quien verde, amarillo
a quien piel, escondite
a quien noche, amanezco
a quien absorba, bebo.
A quien sueño, vigilia
a quien me entrego, amo.

jueves, 8 de abril de 2010


He llegado al puerto, por largos pasillos de incógnitas he sido la cruel estela de los astros, he dicho y callado. Tengo las cuerdas vocales al revés. No pienso callarme en invierno. Si alguna vez pedí amar es porque no tenía alas. No sé dónde se encuentran los acantilados, pero se llegar a la orilla. Hoy tuve una premonición, mientras levitaba, supe que iba a ser serpiente, y que no había más pasión que ser terrenal. Ya no tengo miedo al mar. Estoy en el puerto. Y puedo ver lo que veo. Y es mi tiempo, mi suerte, mis alas y mi ingenuidad, agonizando.
Aún se sienta la resurrección frente a un espejo.