miércoles, 21 de abril de 2010


El mundo de la nada tiene una tendencia al oscurismo.
Sincrónicamente, una serpiente se muerde la cola,
y el cuento está contándose elípticamente.
De repente un torbellino de nadas más pequeñas
incendian las paredes.
Toman revancha,
galopan salvajes,
en la hierba fresca.
Hubo un día en que supe que iba a mentir.
Tuve miedo, me cambié los ojos por oídos.
Te imploré que tu todo no me vaciara.
Vacilando estoy.
Es de noche y nada me deja sin respiración, sin espasmos,
sin tregua y con ganas de
Todo.

1 comentario:

Tampones! dijo...

Aveces la mentira nos saca de un momento..
pero luego termianmos siendo serpientes.... con el veneno q tiene esa mentira