domingo, 29 de enero de 2012

Es enero y se termina.



Lo que se calla es una incertidumbre.

Los ojos poco ven. Los días duran menos.
Cada minuto conozco menos a lo desconocido.
Cada vez que veo, comienzo a cegarme. Un poco más.
Lo que se llama tiene la forma de un ala.
Y a veces me voy, en silencio. Un acantilado.
Nada más.

1 comentario:

Moonchild dijo...

Extrañaba mucho leerte. Tu poesia es interminable. Me gusta mucho. Un abrazo! Tienes msn? si no es mucha impertinencia