Lo que se calla es una incertidumbre.
Los ojos poco ven. Los días duran menos.
Cada minuto conozco menos a lo desconocido.
Cada vez que veo, comienzo a cegarme. Un poco más.
Lo que se llama tiene la forma de un ala.
Y a veces me voy, en silencio. Un acantilado.
Nada más.
1 comentario:
Extrañaba mucho leerte. Tu poesia es interminable. Me gusta mucho. Un abrazo! Tienes msn? si no es mucha impertinencia
Publicar un comentario