Las ventanas periféricas se cerraron,
sus persianas flameantes de ira, hipnotizaron
el semicirculo del reducido espacio,
en que la angustia y la desdicha, jugaban un juego de azar
con la carta de la catársis bajo la manga,
y los ecos minimizados a ser arena de un reloj inmóvil.
llega un momento en que no hay punto del mundo,
del espacio en donde valga existir,
gritar, ser, simplemente ser.
Y aquí inventamos la perfecta historia inversa,
la música y su clásica melodía en tono, las paredes blancas,
las flores frescas, el aire aromatizado,
la sonrisa amortiguando los dientes.
Y yo me declaro hacer un punto final,
hasta juntar nueva arena y mi reloj funcione otra vez.
3 comentarios:
primera vez que paso por aca, me gusto mucho como te expresas :)
Renacer del cuerpo a las cenizas
para ser quemado una y mil veces
rozar el aire, el viento, los atomos
que se desarman y rearman
para luego volver a ejecutarse.
un grito ayuda al equilibrio.
como hago para llegar a un contacto mas personal con tu persona?
abrazos!
Aquella historia es ahora un recuerdo... pero no has terminado de contarte la vida.
Me declaro a ser un punto y aparte.
El final siempre lo cuenta la muerte.
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