lunes, 29 de septiembre de 2008


Y en la resurrección, los dos extremos, manipulan diversas caras, nada es exacto, ni tampoco es igual, desde el punto en que se lo mire, ni así un pájaro que no comprende quien le dió alas y quiera descansar en un acantilado tácito. Ni un día que prefiera ser noche y la tierra desee ser cemento.



Y mientras gires, y muerdas el secreto póstumo
y domestiques el puente inconexo...
y sin desafíos, la superposición visual, colapsará en un edén.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Una batalla que concluye...



Mis rodillas, fueron más fuertes que los Parches de piel de aquella nariz que te respiró Hace tiempo atrás balbuceaba, dudaba, encarnaba Pétalos de miserias. Era cristalino el reflejo. Desde la ventana de atrás hasta el vestíbulo Sentía el más fuerte torbellino de indiferencia. Dimensiones magnéticas propagaban En ese esternón, que sostenía tu corazón Esos latidos me devolvieron la claridad. Aunque flojamente oscurecen mis deseos. Colores ilustran a un hombre. Un hombre vestido de príncipe. Un ataque. La guerra ya terminó.


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El realismo invade mis contradicciones dejando atrás la época dorada en que las flores olían a fragancias dulces, o los días policromáticos patinaban el cielo...
La reverberación del alba comienza por roer la alfombra de mis delirios cuerdos.
La incertidumbre es un atril que tiene hambre de óleos, la oración es una fatigada excusa de puntos y comas en riña.
El techo es un mediocre monumento a la soberbia, el suelo es un suave reposo de pasos estupefactos.
Y el párvulo criterio de mis hazañas, no conoce el punto medio y tampoco el horizonte, pero sí, la lealtad precisa y el deseo de llegar más allá.
Hostigar al inconsciente, para descifrar enigmas de este pellejo. De todos estos pellejos...
No comprender el por qué de la sintonía minimalista de los alrededores y sus gentes, no, no entiendo su pequeñez... a nivel visual.
Enfrentarme a este nudo que siento en el pecho cuando todo se colma de sustancias del alma, o talvez lo irracional es una tendencia.
Así me envuelvo la cornea, pero de imágenes ciertas y concretas




Concluyo.

domingo, 21 de septiembre de 2008


Todo surgió de la nada, o la nada era un todo en el que comenzaría a bordar y tejer, a hilar pensamientos, creando una costura cada vez más fuerte. Es posible estar en espacio físico, pero también es posible estadíos mentales, de comunicación, de transporte. ¿Es posible? Una caja blindada, una forma de cristal, guardando en su interior, un tesoro gigante, que tan sólo los guíados por una energía superior son capaces de aprovechar: A ese gran artista, llamado "cerebro" esa masa desintegrándose, carcomiéndose. Cuántas dimensiones tendremos que abordar, para tener un espectro relativamente estable sobre la palma de las manos? Quien pueda pasar al otro lado de la barrera mental, tendrá el edén sobre sí, o un infierno calcinándose en las rodillas prematuras, con arritmias en los labios que no saben pronunciar... Vivir en un cilindro, o vivir en una esfera, no justifica la diferenciación de un pantallazo temible: ¿Quién soy? ¿Por qué?

sábado, 20 de septiembre de 2008


Esta inquietud antigua, este
Punzante pesar… este pensar y pensar
(Y tantos rodeos de por medio)
Esta sensación de primavera nueva,
Esta palma con todos tus perfumes,
Este recuerdo de todos tus ángulos
Este “comenzar” a conocerte el misterio de desconocerte
Ese tabú inexacto.
Ese río que trae todos tus delirios,
Esa sonrisa que se borra, se desdibuja lentamente
Y la vez, la percibo…
Esta impredecible verdad,
Implícita.
Ese acercamiento lejano.
Ese plástico que te detiene, la gravitatoria secuela
De seguir porque sí.
Ese juego colapsado, ya...
Ya no me importa quien vea y lo que vea…
Estás. Estamos.
Pero solo cuando amanezca todo desaparecerá.
Talvez no.
Porque distinguimos igual.
Lo mismo, cuando no lo es.
Cuando nada es.

domingo, 14 de septiembre de 2008


Como un objeto falciforme sobre sus manos, capturando membranas, solo pensaba en que la visión podía limitarse a un espacio semi-reducido, en el cual todos sus augurios se plasmaban en imágenes revolucionarias.
El movimiento giratorio hacía obsesiva su ilusión de cilindro, que se desprendía en un borbotón de secuencias y, planos inexistentes y oníricos.
Su incoherencia fatigada sobre el mundo, su pesar, su andar lento por el asfalto en las mañanas frías remodelaban en su inconciente los posibles pantallazos que se encenderían en aquel objeto.
El caleidoscopio tomaba el protagonismo en su vida.
No supo cómo ni por qué, pero cuando quiso recordarlo estaba sumergida en un delirio incesante, sin poder distinguir lo real de lo no real, sin poder ver sin dejar de imaginar.
Algunos llamaban esquizofrenia, otros locura, otros angustia, pero sus actos poco normales la hacían sentir que vivía en otra tierra, producto de su mente.
Había oído hablar de Caleidoscopía, tenía mínimos datos, tan sólo saber que era una ciudad subterránea, que pocos habían salido de allí sin perder la cordura y demás.
Pasaron los días y ella comenzó a refugiarse en sitios cerrados dibujando una y otra vez, los cuadros cilíndricos que coleccionaba en su cabeza. Visiones a través y a lo largo del tubo. Mientras la melodía a solo de su voz se entrometía por los huequitos de sus ilustraciones.
¿Caleidoscopía era otro mundo, otra ciudad o un estado?
(conceptos de un habitante que logró escapar)




El crepúsculo y la desorientación, tierras próximas a lo irreal... Quiero la membrana de las orillas de tu ensueños un minucioso encuentro de no interrogación, quiero permanecer libre ante el gigante domo aleatoriamente azul Ser una textura que genera revoluciones y cambio de imágenes, mutando y la metamorfosis procesada en ecos... Acá es donde puedo permanecer inmóvil.

miércoles, 10 de septiembre de 2008


Incierto
casual
morboso
prepotente
dinámico
fugaz
solitario
caprichoso
intelectual
puntual
pálido
valiente
eficaz
inexacto
precario
estático
erguido
incapaz
inverve
hostil
desmesurado
débil
predispuesto
geométrico
eterno
creíble
real
irreal
satírico
precabido
picópata
perseguidor
soberbio
lánguido
extremo,










T i e m p o.

sábado, 6 de septiembre de 2008


Tuve que comprenderlo todo, o así simularlo...
Tuve que adaptarme a las fuerzas a un nuevo sitio,
y una nueva forma de interpretar/vivir... Cuando llegué a Caleidoscopía
nadie me guiaba, las calles eran anchas como boca de tiburón, y el aire corría, dibujando siluetas en los refugios de la cabeza que compone a un cuerpo.
A la mañana, el timbre despertador era el sonido emitido, de algún animal proveniente del mar,
claro, olvidé aclarar que Caleidoscopía era una ciudad próxima al Muelle Crepúsculo, sí, Puerto Mantarraya, el temido puerto.
Todos comentaban (aunque en voz baja) que cuando se ingresaba a esta ciudad era imposible salir de aquí, era como una especie de domo gigantezco, o talvez un sueño infinito del que uno nunca puede despertar cuando se suemerge en las aguas cerebrales y despierta sucesivamente de los sueños en que traga arena...
Pero más allá de tanta explicación, un atardecer, escapé y me dirigí al muelle, y observé que habitaban la gran gelatina azul, unas formas extrañas, aplanadas, con una larga cola, y círculos dibujados sobre sí, que generaban descargas eléctricas y estas una cierta atracción extrasensorial...
Cuando quise acordarme, estaba envuelta por un montón de estas criaturas. Perdiendo la noción del tiempo, y espacio... (o talvéz mi identidad)