jueves, 4 de marzo de 2010

Un pétalo urgente
cae como rocío
sobre un mar de cuerpos.


Se sitúa
en el centro de gravedad
de un hombre

Y comienza a latir.

***

El efecto de anestesia, venía al atardecer
(Los segundos quedaron quietos)
La reacción comenzó con el parpadeo de la noche,
Desvaneciéndose en las extremidades.
Abrí una ventana en mi cráneo
Y la luna ingresó. Quedó
Hasta el canto del sol.

***

Tus palabras me saben a verdades crudas
A filos de cuchillos oxidados,

Lo más siniestro
Es que saboreo tus palabras
Cuando ya han acabado.


***


Tengo un precipicio que
Nace en mis pupilas,
Un acantilado que vive en mi respiración
Y los ecos que retumban,
Mueren en mi boca.

***

La pupila más audaz
Es aquella que no tiene miedo
Al taparse los ojos.

No hay comentarios: