miércoles, 11 de noviembre de 2009



Se deslizan como serpentinas
estos sueños que caen como
noches intermitentes.
La tormenta quiere
ser el temporal
que arrasa como la verdad más cruda.
Y hay un aroma a idilio.
Entonces se pierde la noción de
las ambigüedades.
Se comienza por ser,
se acaba por hacer.




1 comentario:

el mar blanco dijo...

que atractivo este rinconcito.
me quedo un rato paseando por acá.