jueves, 17 de junio de 2010


Las piedras y el olvido, el hierro desgastándose.
Hemos simulado tanta espina sobre la misma piel
y aún escucho la inútil plegaria (el canto de los difuntos)
sublevar en la tímida catapulta de mis pálpitos.



***


La sentencia en cada piel mide lo que un jardín en mi infancia.
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1 comentario:

vale dijo...

saludos es realmente hermoso y mis felicitaciones por tu blog