miércoles, 30 de julio de 2008



Salta por la ventana! Valiente, valiente!



Lo que te voy a contar fue real.
Me perseguía una voz, o en realidad yo la perseguía,
me quería conducir a uno de los estados de putrefacción benefactora
o a uno de esos, en que dan ganas de correr desnudo.
Sí, era como el canto de las sirenas.
abrumante...
La voz no cesaba, y yo seguía por un camino, sin saber hacia donde
iba, era de noche, muy tarde, todo estaba oscuro,
y era una zona de ruta, sí, de ruta abandonada... por donde no hay automóviles
y el aire te roza como cuerpos aglomerados,
el silencio comenzaba a hacer sonidos huecos, y a lo lejos se veían luces,
todo parecía inmenso, todo estaba quieto, y a los costados
sólo descampado, al mirar mis pies en su andar... se veían pequeños,
y me aceleraba, sintiendo algo de pánico, sin saber hacia dónde iba, ni por qué,
sólo caminaba, esperando que la luz no se apagara, y siguiendo a esas voces susurrando
que hacían elípsis marina.
Las luces se apagaron.
Y las voces cesaron,
frente a mí, un enorme letrero que decía:
Bienvenido a Caleidoscopía.

1 comentario:

Lux dijo...

Hola Emily!!

que lindo recibir tu visita... y qué hermoso descubrimiento este espacio tuyo!

he leído algunos de tus escritos (el resto me los guardo para cuando tenga una taza de café con leche y algunas galletitas a mano)

los disolví y los saboreé como un cuadradito de chocolate suizo.

cuánta belleza! cuantas sensaciones! sos increible.