sábado, 2 de mayo de 2009

Calabozo



¿Les conté la historia del calabozo?
Los días Neptuno, en Caleidoscopía, nos indicaban hacer actividades en Puerto Mantarraya,
debíamos ir con grandes canastos de mimbre, ya que como las 2 lunas comenzaban a espolvorear polvo de oro, había que recogerlo en sensaciones, la actividad comenzaba en hora cero, íbamos despacio, vestidos en color ocre, por un sendero angosto, calcinado por el impulso en que caín las piedras desde arriba, caminábamos en línea recta y con pinzas de plata comenzábamos a tomar ciertas pepas de oro, o de cualquier metal que lloraran las lunas.
Había que ser cauto, algunas pepas venían electrizadas, o también repletas de tinta, que nos embebían el cuerpo en las sensaciones que el Dios Neptuno nos fuese a convidar. Quien quedara plasmado de electricidad, en gran o menor proporción, debía ir al calabozo, quedaba aislado, por Horizonte Surco, a pocas horas de Puerto Mantarraya, era muy peligroso, si contagiábamos a los demás habitantes de Caleidoscopía, mutaríamos todos en Mantarrayas, y no habría vuelta de retorno.
Era una especie de purgatorio donde nos guiaban con las palabras del Dios Septus, para lavar la energía del cuerpo, de la mente, de sí. Pero, también había que someterse a cosas que no eran muy gratas, para que el lavaje fuera perfecto.
Yo cuando comencé con la recolección de Cadmio, quedé electrizada, en la zona superior izquierda, tuve que someterme a una semana de estacas, pero escapé, fue mi último día en Caleidoscopía, quisiera volver, no hay lugar más seguro, ni propiedad de sonreír, pero sinceramente nunca me agradó Septus, ni sus estacas de mercurio, ni ser sirena de un sólo mar.

2 comentarios:

@leftraruh dijo...

Renacer en mil particulas
para vernos al espejo y saber
que el reflejo no es mas
que nosotros mismos dibujados
por un gran pintor
que ya no quiere huir
nunca mas.

Armemos los dias y las noches
ya no somos esclavos numerados.

te quiero mucho querida mia.

abrazos!

Unknown dijo...

Que bonito! :)