lunes, 11 de mayo de 2009



Hay un otoño frecuente, que me mutila los labios también los brazos, y la voz.
Me encastra las raíces de los océanos del cielo, me quiebra la quietud, me aquieta.
Pero pretendo seguir moviéndome sin sombra ni vestigios.
Rompiendo, resquebrajando los infortunios de un temprano ataúd.

3 comentarios:

etereα · dijo...

Renace =)

Moonchild dijo...

Me senti profundamente identificada.

@leftraruh dijo...

Hay que enterrar y desterrar
nadie que volver a ser sepultura
que anida huesos y cicatrices
de carne que no queremos ser.

Fuerza.

Renacer en mil particulas.


te quiero viva y radiante.
te espero.