lunes, 18 de mayo de 2009

Elegía.


He estado aquí bajo un siglo de cuchillas
el filo inmóvil se dispersará cuando me haya ido.
Cuando el cielo gris de Octubre se canse
de la menguante realidad del aire,
ardiente y vigoroso,
que calma y toca la tenaz monogamia.
la única audición de los dioses.

He permanecido en los campos
sobre la hierba muerta,
interrumpiendo el desenlace de las raíces en veredas dogmáticas
He quitado el sueño de la renovación.

He sido un templo quieto, que llora el frío
la distopía incierta en
los altares bajos,
he derramado mi sangre,
por un cuento que no acaba.


Aún la tierra estéril proclama
que los difuntos se alejen de su murmullo matinal
herido, como grietas que en los muros
que en silencio caerán.
Herido un murmullo, como
mi voz y mi andar.






3 comentarios:

@leftraruh dijo...

Todos somos templos
que varan de dioses y mañanas,
habra que ver
que nos dicen las entrañas
para cuando aparezca el desastre
quien soñara y sera soñador,
y quien dormira y sera dormido
para siempre.

Poder ser y dejar de serlo
es solo un paso
dalo
demoslo.


Tus palabras maravillan las noches.

(oreiuq oreiuq et)

Unknown dijo...

Aunque todo sea tan frio y áspero y sin vida, me lleno de algo hermoso, una luz de vida! :)

Lux dijo...

Bella! gracias por tus palabras. El otro día estuve recorriendo de nuevo tus textos, creo que te voy a robar un par para el laburo que estoy haciendo, de entrenamiento y experimentación con dos actrices. Tengo un par en vista que me encantan, tengo que armar bien las consignas, después te cuento como salió.
Abrazos.